Bitácora Galaxydesk49 día 10.420
Este tipo de ejercicios mentales para mantener lúcida las dendritas y sinapsis entre la conexión neuronal de Alpha y el mundo real, han sido acordes a mis expectativas con los desarrolladores de Olimpus Dev, por lo que continuaré con mis relatos, siendo esta la bitácora número 10.420.
¿Algún otro Galaxydesk leerá mis expedientes en caso de algún otro ataque a la ciudad, en el caso de que no pueda despertar? De todos modos continuaré con mi relato, esperando que les sean de utilidad.
Sin nada más que aclarar, el día de hoy finalmente he dejado de fumar… Tras la incesante insistencia de mi compañero de cuarto que en reiteradas ocasiones, había logrado incendiar, esconder y destruir mis paquetes de ¨Laravell smoking class¨. Aludiendo a sus cuerdas vocales, sus pulmones y que sus trajes de la facultad podrían verse ¨percudidos por el insistente humo aniquilante de los sentidos¨. Esta vez no insistí en que sus constantes caprichos de niño mimado. Que me estaban convirtiendo sin darme cuenta, en su pequeño esclavo. Como los dueños de un gato cuando recién los adoptan, el animal se transforma en el dueño del hogar, y los humanos en sus sirvientes.
Nunca he podido comprender el conductivismo que lleva depender de otra criatura. Quizás es por mi espíritu independiente, ante todo prefiero trabajar sin que nadie interfiera en mi razonamiento.
Recapitulando…El día de ayer, tras cruzarme con una chica de cabello agua marina, es que al desconectarme…En vez de realizar mis largas caminatas por el campus para luego ir a ver el estado de salud de Beneddict, elegí seguir un diferente patrón y sosegar mis pensamientos.
Súbitamente me encontré en camino lleno de árboles de cerezo.. ¿Ya nos encontramos en primavera? ¡Cómo pasa el tiempo! Casi toda mi juventud en Alpha, toda mi primavera, buscando la verdad…
¿Y qué es la verdad? ¿Una agrupación de hechos tangibles? ¿La realidad que vemos? ¿Un salto de fe?
Seguí caminando por los árboles de cerezo, mientras caían las hojas como mis esperanzas de despertar a mi hermano, abrí el paquete de cigarrillos para buscar, un poco de tranquilidad a mi laberinto mental que no encuentra LA respuesta.
¿Cómo hago para que Beneddict y los demás regresen a nuestra realidad, a la verdad de encontrarnos aquí en tiempo y espacio?
El olor a las hierbas fuertes de nicotina me tranquiliza, últimamente ya nada logra hacerme sentir, seguro de mis convicciones, no después del ataque.
Quizás Beneddict y yo eramos unos chiquillos cuando todo ocurrió. Él se encontraba en la cúspide de su realización arquitectónica de las redes y creatividad de Alpha con algunos empleados de Olimpus. Yo regresando de médico sin fronteras por Europa. A pesar de todo el dolor que cayó en mis brazos por tantos pacientes, lo que ocurrió ese día en Alpha, no tiene comparación.
Cierro los ojos y no puedo dejar de ver cómo Beneddict se desplomó en el suelo inconsciente junto con cientos de personas a mi alrededor, exceptuándome, no sé por qué. Desesperado, abrí todas mis pantallas para encontrar pulsos químicos en su cerebro y encontrar una frecuencia baja, tomé la decisión de generar en todo Alpha, la activación de la modalidad de prueba. Sin dudarlo, dejando a mi hermano solo, con la esperanza de que ello podría re iniciarlo, me desconecté. Vinculándome inmediatamente en uno de los portales de Olimpus. El caos ayudó a que el servidor madre se encontrara despejado de la vigilancia militarizada de la O.N.U.
Ingresé los protocolos y crucé el portal para volver a la ciudad, para pasar a modalidad segura a todos los alphanautas conscientes. Mishka se me acercó angustiado porque no encontraba a su hermano, confesándome que el había ingresado a Alpha con sus protocolos y que no debía estar allí.
No había tiempo para más distracciones, le indiqué que generara la modalidad segura en todos los alphanautas incluyendo su hermano, ya que estabamos a minutos de entrar en modo seguro, nunca lo habíamos utilizado, pero nuestros seres queridos estaban en juego.
Esa fue la última vez que vi a Mishka con vida…
Sigo caminando y algunos pétalos de los árboles de cerezo se posan sobre mi bata, justo sobre la solapa de ¨Médico de Olimpus University¨, como si aquél cielo en llamas pixeladas cayese sobre mí.
Cierro los ojos y recuerdo las últimas palabras que me dijo mi hermano antes del ataque:¨Deberías detenerte y sentir de vez en cuando Wolf ¿Cuando fue la última vez que observaste nuestras estrellas pixeladas? ¡Las diseñé cartográficamente exactas por cada hemisferio! ¡Precisas como te gustan! El universo es exacto y a la vez inexplicable, matemáticamente insospechado. ¿No crees?¨
Sentir tristeza por mis propios pecados es una indulgencia que no puedo comparecer en momentos como este, debo buscar una solución. Debo abrazar el deseo de ahogarme en nicotina esta noche.
Pero, la chica de cabello Cyan… Por qué…¿Las estrellas? Distraída, asombrada, ilusionada… No la había visto en las inducciones y no he recibido el listado de usuarios recientemente logueados. ¿Un error de protocolo de algún Galaxydesk acaso?
Observo las estrellas por el campus, mientras regreso a mis aposentos donde debería estar mi ruidoso colega, ensayando sus cuerdas vocales. Venus particularmente se ve nítida en esta época del año.
Dejo el paquete en el basurero de reciclables, me detengo un segundo a observar las estrellas, en la complicidad de la noche, entre mis pensamientos y un nuevo enigma en el que quizás debería incursionar: La chica de las estrellas pixeladas ¿Quién eres realmente?
Visitaré a Beneddict por la mañana, quizás hablarle de sus estrellas lo estimule en su estado de coma.
